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miércoles, 3 de abril de 2019

Fobia eclesiástica



     Se ataca últimamente a la iglesia de su, todavía anacrónica, visión sobre la homosexualidad. Apuntan que es inaudito, incomprensible y que, con la nueva ley de LGTBIFOBIA, pudiera ser constitutivo de delito. Esta ley choca, en principio, con el derecho inalienable de Libertad de expresión. Pero éste se rompe en el momento en que la expresión pasa a la acción, como el caso del Obispado de Alcalá, el cual intenta “reconducir y reeducar” sexualmente a todos aquellos que lo necesiten, dando de manera implícita pábulo a los planteamientos homófobos que la iglesia tiene en sus dogmas desde hace siglos.

     El debate nuevamente es erróneo. Si bien es cierto que los cursos clandestinos pudieran tener indicios de delitos administrativos e incluso penales, no lo tienen las ideas o planteamientos que sus dirigentes pudieran tener, expresar o defender sobre el tema principal. 
     Es decir, se acusa de nuevo a la iglesia de que: “en el siglo tal y tal sigan con esas ideas... que un marciano se echaría las manos a la cabeza... que estos temas deberían estar ya cerrados y que por qué sus dirigentes siguen mostrándose a favor de esta corriente”
     No entienden los detractores de la Iglesia, o no quieren entender, que se trata de la IGLESIA, la misma que cree y defiende que Dios creó el mundo, (de la misma manera que la OMS dejó claro hace años que la homosexualiad no era una enfermedad, la ciencia hizo lo propio, y mucho antes, con la idea de la creación divina, y nadie se extraña de que la iglesia siga defendiendo esa idea y la siga impartiendo en sus catequesis), la misma que cree y defiende que éste se hizo por arte de magia en 7 días, que los animales fueron creados al igual que el hombre por designio divino y no por evolución natural, que Dios envió a su hijo para evangelizar al pueblo, que lo hará de nuevo próximamente (Spoiler: al final no viene), que fue engendrado por un espíritu, que resucitó después de muerto, que hacía milagros, etc, etc. Y después de todas estas lindezas, se echan las manos a la cabeza porque dicen y opinan que el hombre en su condición natural y biológica es y debe ser heterosexual. ¡Pues claro! qué coño queréis que piensen. Son fieles a las ideas y principios que les hicieron ser lo que son, unas ideas que datan de hace más de 2000 años, qué se puede esperar de unas ideas así, el problema, o la grandeza, es cómo han conseguido convencer con ellas a tanta gente durante tanto tiempo, luchando en contra del progreso y la conciencia social de los siglos venideros. Ese es su mundo, sus normas y sus costumbres, por eso están apartados de la sociedad por muros y templos de mármol, por eso sus enseñanzas se intentan sacar de las aulas sociales civiles, por eso es considerada una secta elitista en vías de extinción, por eso están donde están, son los que son, tienen la veracidad que tienen y... sus acólitos son los que son. 

     Palabra De Dios, palabra.

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