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lunes, 21 de enero de 2019

Nadal el liberalneo




     Nadal ha vuelto. No solo en lo tenístico, sino, en lo machístico.
     Hace años, en relación al tema de si las tenistas deberían cobrar lo mismo que los tenistas, tema que surgió en los Grand Slams; Nadal entendió, y así lo manifestó, que: "Sería lógico si "ellas" jugaran la misma cantidad de juegos que ellos". Sabido es que en los GS ellos juegan al mejor de 5 y ellas al mejor de 3. Esa declaración pudiera tener sentido solo desde el punto de vista comercial. Tanto juegas tanto ganas. 
     GS, desoyendo a estos... machiruletes y haciendo gala de una  mayor coherencia, tal vez por un mejor asesoramiento o por una mayor conciencia de igualdad; entendió que las quejas eran razonables e igualó los premios en sus torneos, quedando las declaraciones de los Nadal, Federer y demás, como anacrónicos ecos que chocaban con las paredes de un futuro más igualitario.

     Esta vez ha vuelto a ocurrir, las chicas han vuelto a pedir la igualdad en premios, en esta ocasión para la otra asociación, WTA, antónimo de ATP, que representa al resto de torneos: Masters 1000, Atp 500, Atp 250, etc. 
     La diferencia entre estos y los otros es que en estos, todos, ellos y ellas, juegan al mejor de 3. La pregunta es: ¿Qué argumentará ahora el bueno de Nadal para quejarse sin que parezca lo que es? Nadal no se escondió y dijo a las claras que: "Me parece muy bien, siempre y cuando ellas vendan las mismas entradas que nosotros". Aquí Nadal sin saberlo, se quita la careta de "correcto" y se pone, no la de liberal, sino la de Neo-liberal. 
     Recordemos que el neoliberalismo es la corriente politico-económica que defiende el capital por encima de todas las cosas, es decir, el capital rige y dictamina todos y cada unos de los avances, económicos y sociales, y para ello debe entender que hay beneficio.
     Nadal con estas declaraciones, no entiende la lucha feminista por la igualdad salarial como un avance social necesario para incorporar a la mujer a la cabecera, conjuntamente con el hombre, para tejer los mimbres de un país. Desconociendo, Nadal, que cuanto más desigualdad haya, más difícil será que ellas luchen en igualdad de condiciones, siendo esto, tal vez, por lo que ellas... vendan menos entradas.

     Hagamos una pausa para explicar quién es Nadal: Es rico, de clase acomodada, de familia con pedigrí, es mallorquín afincado en Cataluña y de familiares relacionados con la alta sociedad catalana... y del R. Madrid. Tiene todas las características para ser conservador neoliberal. Hasta ahí nada que objetar. 
     Y si tenemos en cuenta las declaraciones que hizo en la moción de censura, declarando abiertamente que "él prefería votar", queda más que claro con qué partido le podemos relacionar.

     Entiende Nadal, volviendo al asunto, que la igualdad de la mujer tiene que ir ligada a: sus características y sus circunstancias, y que estas las regirá el factor económico, es decir, éste será el que diga, en base a si es rentable o no, si las mujeres tienen o no la misma igualdad económica. Vamos, lo mismo que han venido diciendo las élites políticas, económicas y empresariales de este país los últimos 50 años. Negando con esta idea que las mujeres necesitan ahora un cierto trato de favor, o un impulso extra, o apoyo del estado, aunque éste parezca injusto, para paliar el trato injustificado que han recibido en el último siglo.
   
     Ahora llega la versión de la extrema derecha, que dice que no, que la mujer no puede tener unas características distintas o un trato distinto al hombre (coño, suena bien), que todos, insisten, deberíamos ser iguales: niños, ancianos, hombres y mujeres.
     Bajo esta premisa, todos deberían ganar lo mismo en la ATP: los juniors, los seniors, los ATP y los WTA. A Nadal ahora mismo, al igual que a muchos de vosotros, le debe estar saliendo humo por las orejas. Porque según sus ideas, éstos, unos y otros deberían vender y tener el mismo poder mediático económico para acceder a esa igualdad, ¿Entonces, quién se equivoca? Nadie. Las dos ideas quieren lo mismo, que la mujer siga donde está.
     Recordemos la diferencia fundamental de la extrema izquierda  y la extrema derecha, la primera cree que el error de esa desigualdad está en el sistema, que excluye desde todos los ámbitos: culturales, sociales, laborales, empresariales y de ocio a la mujer. Por lo tanto es ANTISISTEMA. La derecha no, ésta cree que la igualdad se debe conseguir con esfuerzo y con los medios que ya hay, y que por lo tanto las leyes que sobre esta materia se están legislando son innecesarios, es decir, está en contra de los excesos o "abusos" del SISTEMA.
     Entonces, por qué son contrarias las ideas de Nadal (neoliberal) y Vox (ultra derecha). Porque la lectura es errónea y leída al revés.

     Los dos quieren lo mismo, Nadal, que la mujer mantenga su estatus, inferior, porque las reglas capitalistas así lo dicen. Es decir, no quiere la igualdad; antes por el esfuerzo -dijo-, y ahora desde el punto de vista empresarial, vamos, todo un alarde de ideales capitalistas liberales. Nadal antepone los principios y valores económicos (capitalismo) al valor social, emancipador y de igualdad común.
     Y Vox por el contrario quiere la igualdad, ¿entonces?... Ojo, la igualdad en esas facetas, mínimas y conseguidas con sangre, literalmente, en las que la mujer está un poco más favorecida. Entonces sí, ahí si quieren la igualdad, ignorando que si antes hubiesen tenido esa otra igualdad que ahora reclaman, no sería necesaria esta ley "desigual" que a base de muertes se ha ido consiguiendo, y a base de arrestos y órdenes de alejamiento entre otras, se intenta poner a la mujer en una posición digna en la sociedad. Pero claro, a estos de ahí arriba, a las élites del deporte, del espectáculo y la empresa... se la suda. 

     Resumiendo, tanto Nadal como vox quieren lo mismo. O bien quitando los privilegios, conseguidos por circunstancias adversas, a las mujeres hasta equipararse al hombre, o bien negándoles derechos fundamentales y de sentido común a las mujeres para alcanzar al hombre. 
     Este es Nadal, una cara bonita que por cultura, entorno patriarcal y empresarial, esconde tintes neoliberales que poco o nada difieren de los expresados por Vox o C´s, en lo que en materia feminista se refiere, claro. 
     Ahora tal vez se entienda el porqué las mujeres de derechas se echaban las manos a la cabeza y decían no secundar la manifestación feminista porque ésta iba ligada a la lucha contra el Capital, algo, decían, que nada tenía que ver con la lucha por la igualdad. Que se lo pregunten a Nadal si tiene o no que ver con el money, money. Claro que tiene que ver, TODO, una no puede ser igual que el hombre desde el momento que se le trata con valor económico distinto. Si al final posees menos recursos económicos, tienes menos posibilidad de proyección laboral y profesional, y si tampoco se te reconoce en lo artístico y deportivo por las mismas causas, dime tú a mí como se puede luchar por la igualdad si no es con alguna ley estatal que corte de raíz este sin sentido.

     Por lo tanto... Warning para Nadal.