Este vendedor no tiene nada que ver con Valdano. Los que seáis de mi época sabréis por qué lo digo; le llamaban el vendedor de humo, nada que ver con sueños. El autor de uno y otro tampoco tienen nada que ver. Uno, es filosofo, sociólogo; el otro era un contador de cosas. El vendedor de sueños es el titulo de el último libro que he comprado. El tema a priori puede sonar a tópico y cómo no, ser por eso típico: El clásico personaje que te ayuda a salir adelante de tus profundas crisis existenciales, con bonitas y curiosas parábolas y fabulas irreales llenas de sentimentalismo. En esta ocasión, y es por eso que me decido a hablar del él aquí en mi blog (que ganas tenia de decir eso), el autor da un pequeño paso más y no solo habla del eterno incomprendido y solitario, si no que le describe como culto e intelectual, y esta característica es la que más me ha llamado la atención, puesto que parece un rasgo cada vez más unido; el de la insaciable capacidad y necesidad de aprender, de saber, de conocer y por consiguiente ser más culto; y el que te hace a la vez más infeliz. Tal vez por la aparición de las dudas existenciales o por el conocimiento profundo de todo lo que te rodea, y eso a su vez te convierte en un solitario, y al mismo tiempo en un ser triste, gris, vacio y por lo tanto sin ilusiones....ni sueños. Dice el autor, que si no hay sueños, no hay metas, y un hombre sin metas no es nada, porque no se puede hacer nada productivo cuando se hace sin un objetivo, sin un fin. Pone el ejemplo de: "Qué medico es capaz de curar correctamente, si él ,en principio, no tiene la meta de ser un buen medico, tal vez el mejor", quien puede ayudar a otro, añade, si ni siquiera se puede ayudar él mismo y no sabe lo que quiere.
Es un tema curioso y muy meditable, pero como ocurre en la mayoría de estos temas, es que cuando lo leemos nos hace pensar, pero luego cerramos el libro y volvemos a nuestros quehaceres diarios, a nuestra monotonía, a esperar poder poner un punto final, sin ni tan siquiera aspirar a comprar una coma, y ver sin ilusión como llegas a morir.....pero de aburrimiento.