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miércoles, 10 de octubre de 2018

La gran mentira





     Estamos hartos de oír a TODOS los políticos la Gran Mentira, da igual el partido al que pertenezcan, invariablemente todos dicen la misma frase, todos se refugian en esa constante y hacen piña, corporativismo de partido para escudarse en tan magna mentira que les siga, de alguna manera, avalando electoralmente. 
     Como digo, todos la utilizan creyéndonos bobos, para de esa manera aceptar sus pactos y su cruce permanente de líneas rojas. Esos saltos de vertigo de derecha a izquierda, de lo populista a lo cabal, de lo social a lo privado... y así un montón de ejemplos, hace que se pierda la esperanza en ellos, de forma que, al final, la típica frase de "todos son iguales"... siga teniendo calado.

     La mentira en si es... os pongo en antecedentes: Llegan los resultados del CIS o los resultados de una elecciones, ya sean municipales, autonómicas o generales, incluso europeas, da igual. El resultado es muy equitativo, desaparece el bipartidismo y hay cuatro partidos que se reparten la tarta electoral, por ejemplo- 22%, 20%, 19% y 21%. Pues la lectura falsa, errónea y con toda la intención que hacen ellos es que: "los votantes quieren, y nos han dicho con sus votos que nos pongamos de acuerdo y lleguemos a consensos y pactos" Mentiiiiiiiiiraaaaaaaa¡¡
     Qué coño de interpretación es esa, o sea estás diciendo que el 20% que votó al PP quiere de verdad llegar a un acuerdo con Podemos? o el 21% del PSOE sueña con un pacto con C´s? Que no hombre que no, que el 20% de uno de esos partidos quiere, y por eso a votado al suyo, que gobierne en solitario y destroce ideológicamente al rival. Y viceversa claro. Otra cosa es que al no haber margen os tengáis que poner de acuerdo, pero no porque lo hayamos pedido, sino porque no hay más cojones,  que para eso estáis ahí. 
     Lo que pasa que al no tener ni puta idea de como gestionar eso, y ante la posibilidad de que la esencia del programa se pierda, y con ella parte de la ideología de partido, os ponéis la venda antes de la herida. Y salís en bandada a proclamar esa consigna que ni vosotros mismos os creéis. 

     Pondré un ejemplo (una analogía futbolística, otra vez): El clásico del fútbol, Madrid-Barça. El periódico Marca hace una encuesta; " Quién crees que va a ganar" o Mejor dicho "Quién quieres que gane", los resultados no aclaran mucho, un 53% quiere que gane el Madrid, el 47% que lo haga el Barça. Os imagináis al responsable de traducir y dar los datos diciendo: " Las dos aficiones están muy repartidas, lo que han manifestado con sus votos es que quieren un empate" Jajajajaja. Qué hostias, lo que pasa es que han votado todos y obviamente cada uno al suyo odiando implícitamente en ese voto al rival. Nada de empates, nada de reparto de puntos, nada de cordialidad en el campo... ¡Sangre! es lo que quieren el uno del otro (metafóricamente hablando... bueno, en el fútbol no tan metafóricamente).

     Comienzo de la Liga, otra encuesta: "Quién quieres que gane la Liga?" obviamente todos los ciudadanos de sus equipos votan al suyo, aun sabiendo la mayoría de ellos que no ganarán, pero claro, es como si los votantes de Pacma, PNV u otros no votan a los suyos porque saben que no van a ganar. Les da igual, ellos creen en esos partidos, en sus ideales y les votan a muerte, y por supuesto también les apoyan en las encuestas. 

     Lo que trato de decir es que no es que el pueblo quiera que se llegue a un acuerdo o pacto, no; que hay que llegar? sí, por supuesto, pero no es esa la principal intención  cuando se depositó la papeleta en la urna. Lo que hay que interpretar es que hay una enorme variedad de gustos políticos y posibilidades distintas para llegar, en principio, al mismo sitio, es decir, a la felicidad y concordia social, y si para ello hay 4 o más opciones y está claro que no todas tienen razón... lo que hay que reflexionar es el porqué y en dónde se está fallando, en qué parte del mensaje se está errando o explicando mal y qué vías de comunicación se están mal utilizando; o lo que es más grave, qué parte del relato histórico civil no se está sabiendo leer, interpretar y a posteriori recoger en un partido que sea capaz de representar a la inmensa mayoría. Ese es el auténtico problema de los partidos, que todos representan casi lo mismo.
     Pero claro, lo fácil es salir a decir, el pueblo ha hablado y quiere, bajo mi falsa interpretación, esto y esto, y ya yo... hago lo que quiero o puedo bajo esa fraudulenta  premisa. 
     
     Señores políticos, no sean tan jetas, ya que nos roban las pelas, las palabras y la historia... no hagan que aparezca, encima, mi firma de conformidad. Gracias.

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