buscar este blog

lunes, 22 de febrero de 2016

DESPERTANDO




     Es raro que todavía no me haya arrastrado por el monte intentando sacar una buena foto de una encina desde abajo, del horizonte con niebla desde arriba, de unas rocas con curiosas formas vestidas de musgo, de esos caminos indefinidos con tintes fantasmales. Y también es extraño que no lo haya intentado desde dentro, desde la casa, buscando esa perspectiva del almendro florido prematuramente, o del curioso madroño con forma tétrica y sus frutos naranjas, del conjunto desde el punto más alto buscando una panorámica, hacer un picado y plasmar todo el terreno, o un contrapicado y buscar la profundidad del monte que me protege por arriba... sí, es cuando menos curioso que no lo haya intentado ni tan siquiera con el centenario árbol solitario que corona la meseta de mis sueños, la pradera canina; esa vieja encina con una capota abismal que da sentido a toda la parcela.

     Y creo que no lo hago por que no es necesario perpetuar el recuerdo, retratar ese instante maravilloso que no quieres olvidar, o que si lo haces, puedes tirar de foto digital para revivirlo. No es necesario escrutar al máximo mi capacidad fotográfica y el equipo para conseguir captar ese instante que me llama la atención. Ya no hace falta. Ahora lo tengo para siempre.

     Ahora solo es necesario esperar un poco... 
     Que llegue el día y partir para allá.
     En un instante atravesar la frontera, 
     saltar los candados que encarcelan mi alma...
     Cargar la leñera y prender esa ínfima llama que 
     alumbra todo el entorno, que ilumine esa utopía
     que deja de serlo.

     Y despertar. Esperar a la mañana siguiente para, nuevamente, sentarme allí, y sin nada que hacer, contemplar todo aquello mientras mis sueños... se van cumpliendo.  
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario